“Te equivocas Jose.

El hijo de mi vecina, siempre quiso ser arquitecto. Desde pequeño ya lo tenía muy claro. Así que estudió la carrera de arquitectura y ahora trabaja de arquitecto. Se gana muy bien la vida, por cierto”.

Me alegro mucho por el hijo de tu vecina. Para el resto de los mortales, nuestro actual trabajo poco tiene que ver con aquello que estudiamos.

Conozco a muchos directores y directoras de ONG que

tienen formación en Relaciones Públicas y dirigen una ONG de animales

son ingenieros y lideran una organización de cooperación internacional

estudiaron Dirección y Administración de Empresas y ahora dirigen plataformas de crowdfunding que recaudan fondos para organizaciones sin fines de lucro.

Cuando tienes 20 años no tienes claro nada en la vida. Menos aún, a lo que te vas a dedicar los próximos 50 años.

Nadie trabaja de lo que estudia (y menos en una ONG)

Con el tiempo, te vas formando en aquello que realmente te gusta, haces cursos, vas aprendiendo por tu cuenta o incluso haces un master de especialización en algo (algo que te gusta de verdad, no lo que estudiaste en la universidad por la presión de tus padres).

Me parece curioso que muchas ONG cuando necesitan cubrir un técnico de marketing social y fundraising busquen, por ejemplo, a un licenciado en periodismo.

¿Qué tendrá que ver?

Ojo! No tengo nada en contra de los periodistas, pero es que no tiene nada que ver una cosa con la otra.

No veo que en su plan de estudios aprendan a crear campañas de sensibilización, les enseñen a configurar los anuncios de publicidad para Redes Sociales o Google Grants, aprendan  copywriting o a calcular el retorno de la inversión (ROI) de una técnica de captación de fondos.

Estas habilidades, se van aprendiendo.
Estos conocimientos, se van asimilando.
Esta amplitud de recursos, los vas adquiriendo con la experiencia.

Se aprende. Se asimila. Se adquiere.

El mundo cambia a gran velocidad. Los títulos que certificaban un conocimiento hace 5,10 o 15 años ya no se corresponden con la realidad. Están obsoletos. Incluso los profesionales que estudiaron las carreras más técnicas deben ir actualizándose año tras año para no quedarse atrás.

Muchas ONG solo se fijan en el título y en el diploma a la hora de incorporar a alguien en su plantilla, no hacen entrevistas de selección teniendo en cuenta:

  • Los conocimientos demostrables que tiene un/ candidato/o.
  • Las necesidades reales que tienen que cubrir un departamento.
  • Cómo ‘es’ esta persona (vas a tener que trabajar a su lado ocho horas al día).
  • Si ha hecho voluntariados en otras entidades sociales.

Nadie trabaja de lo que estudia (y menos en una ONG)

Si quieres conocer qué tipo de profesionales necesita tu entidad social en función de los objetivos que quiere conseguir y la descripción de cada puesto de trabajo que tiene una entidad social, ya puedes empezar a hacerlo.

PD1: En La Escuelita de ONG no hay diplomas, hay soluciones a problemas reales que tienen actualmente las organizaciones sociales del Tercer Sector.

PD2: El precio de la suscripción mensual ha aumentado y lo seguirá haciendo. Si te inscribes ahora, conservarás el mismo precio de inscripción para siempre, aunque más adelante vuelva a subir.